Y sentir el silencio inmenso.
Ese silencio que reconozco, que me conecta con lo eterno, con la existencia, con el universo, con la inmensidad…
En aquel lugar donde todo lo entiendo, donde todo es perfecto.
Donde tengo la sensación que he estado tantas veces…
Me siento feliz y plena cuando puedo llegar hasta ti.
Amo este lugar.
Instante, poder, magia que lo inunda todo.
De niña te encontraba en el bosque, entre mis lágrimas…
De niña te hablaba y te escuchaba.
Te sentía tanto allí donde fuese…
¿A dónde te has ido, tú, que lo eres TODO?
Pero te encuentro.
Esta noche cerré los ojos y te sentí.
Allí donde yo esté, si vuelvo, si me siento, estarás.
Nunca te has ido…
Corazón de loba
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